Affinity (2008)

Me río de “Los Otros” y sus derivados de películas de fantasmas y el más allá. El mundo L tiene su particular peliculita de tensión y de mundo extrasensorial.

Nuevamente Sarah Waters nos ambienta en una historia de época para narrarnos la historia de amor entre dos mujeres.

Eso sí, esta es bastante desgraciada y perturbadora.

La BBC vuelve actuar de padrino para llevar a la gran pantalla esta novela. La verdad es que el trabajo no decepciona.

Sólo puedo sentir lástima de la pobre protagonista Margaret, una mujer con muchísimas inseguridades que purga su tormento particular ayudando a las mujeres de la prisión y dándoles consuelo y conversación.

Es así como da con Selina, una médium que, por qué no decirlo, está demasiado buena para tenerla toda la película con un gorrito que tapa su rala cabecita. Lástima que sean pocas las escenas donde nos regala su cascada de rizos.

Al tema, la película no deja de respirarte en la nuca con ese mundo de espíritus, de conexiones con el más allá, de la inquietante condena que pesa sobre Selina por haber matado a una muchacha en medio de una sesión de espiritismo.

Margaret, escéptica y viva imagen de la mujer estirada decimonónica, acaba cayendo en las redes de esta pérfida Selina, que la engaña como a un chino, sí señor.

*Si quieres ver la película sin saber el final, es hora de que des media vuelta y te animes a verla online o por You Tube.

La película te tiene en tensión, esperando el beso, creyendo en un amor más allá del más allá, perdón por la redundancia, hasta el punto que una cruza los dedos y dice:

"Sí, Margaret, vas a poder ayudar a tu enamorada a cruzar los muros de la cárcel y liberarla para fugaros juntas, porque Selina, la gran médium, puede, con ayuda de sus amiguitos los espíritus, transportar cosas y transportarse ella misma."

Pero no.

La trama acaba con un suicidio injusto.

Un suicidio innecesario.

Al final acabas diciendo: pero bueno, Margaret, ¿Quién te habrá mandado a ti creer en estas historias? Y la verdad que da mucha pena, a mí me la dio.

Invito a verla, sólo porque la historia tiene su cierta intriga (yo ya la he destripado), sin embargo, no se puede esperar una escena tórrida, ni un beso sensual ni nada más allá de la ilusión de la pobre Margaret, que acaba burlada y desenamorada.

Affinity, una película del más allá que no va más allá…