Odio mi cerebro. Lo odio
profundamente. Ayer lo odié, lo odié durante dos horas y media, lo que duró la
película que fui a ver al cine. Es esa extraña habilidad que tiene de asociar
recuerdos con olores lo que odié.
Me senté tan cómoda en la
butaca del cine, impaciente y expectante por el comienzo de la película. A los
cinco minutos percibo un olor que hace que se revuelva mi estómago y los
recuerdos comiencen a aflorar en mi mente, desconcentrándome de la película. Por
lo visto una señora apestaba, y digo apestaba porque no era sutil el olor
precisamente, al perfume de mi ex, un perfume que empalaga y prevalece sobre
cualquier olor.
En la época de “todo es happy y 4ever” me encantaba el perfume, cuando lo
olía en otras chicas soñaba con que ella estuviera por ahí y siempre se me
dibujaba una sonrisa bobalicona. Cuando ella estaba ahí, cerraba los ojos e
inspiraba una y otra vez el aroma para que jamás pudiera olvidarlo (creedme, lo
debí de hacer muy bien porque aún hoy y pasado el tiempo no lo he olvidado).
He
de reconocer que no es la primera vez que me pasa pero no es difícil, cuando el
perfume es uno tan usado hay mayor probabilidad de reconocerlo por la calle. Pero lo que odié ayer es que mi cerebro ya
no asocie las canciones, los lugares, cualquier otro elemento que pudiera
recordarme lo vivido. Lo recuerdo, pero no duele ni me aturde, es como cuando ves un spot televisivo de un detergente (puede que te plantees en cambiar el detergente, pero el anuncio ni ta ha impactado emocionalemte, ni lo recordarás con escalofríos recorriendo tu cuerpo)
Ya no recuerdo su voz, ni el color exacto del iris de sus ojos, no recuerdo el sabor de sus labios o el recorrido de la curva de su espalda.
Pero su perfume, su perfume creo que jamás lo
olvidaré. Odio, sí, odio a mi cerebro. Lo odio profundamente.
TVE nos congratuló en la temporada de 2010-2011 con una nueva serie en su parrilla: 14 de Abril. La República.
Amparo
Poco podía imaginar que esta secuela de otra serie de la misma cadena, que rescata personajes anteriores, iba a guardar entre sus historias secundarias la naciente y todavía enigmática relación entre Encarna (Lucía Jiménez) y Amparo (Marta Belaustegui); la primera de ellas socialista que deja a su hijo pequeño en Asturias y a los suyos para servir al Partido en los tiempos nuevos que azotan España; y la otra que es dueña del Alemán, un cabaret de renombre y al parecer, espía rusa al servicio del Partido Comunista.
Encarna
Nada hace presagiar que las dos mujeres van a sentirse atraídas la una por la otra. La primera de ellas (Encarna) porque vive entregada a la causa socialista y tiene pareja -el controvertido y problemático anarquista Ventura-.
La otra porque tiene los pasos muy contados por el Partido Comunista y al parecer, es una mujer acostumbrada a su vida solitaria y de doble identidad.
Esta mañana, al despertar, he comprobado que existía
un hastag en Twitter que me ha despejado cualquier entontamiento matutino que
suele dominarte cuando recién te despiertas.
¿Qué? ¿Qué es lo que ha pasado en Twitter?
Este post está dirigido a aquellas que tengáis twitter y, como yo, hayáis visto el hastag que marcó tendencia ayer en España. Para aquellas que ni saben lo que es un hastag y no les interesa, no os vayáis tan pronto porque también os puede interesar. Y yo me pregunto ¿Qué le pasa a la gente por la cabeza? ¿Qué han desayunado, comido o cenado? ¿Qué está pasando en esta sociedad que lo cataloga todo? ¿Qué necesidad?
Esta es la historia de una huérfana de Londres que vive con una banda de ladronzuelos y delincuentes a mediados del siglo XIX, en plena época victoriana.
Sue Trinder, que es nuestra protagonista y otra ladronzuelilla, se presta a engañar a una señorita de alta sociedad con Mister Rivers para que éste se case con ella (con un actor que ejercerá de cura), e internarla después en un manicomio y hacerse con su fortuna.
Sue será la complice de esta fechoría, ¿la víctima?
En esta entrada quiero recrearme en una de mis escenas favoritas (cargada de erotismo y de fuerza dramática según evoluciona la película) de la miniserie Fingersmith.
Miss Maud va a casarse con el Mister Rivers, es una joven inexperta que pide a Sue, su sirvienta a cargo, que le diga qué va a pasar en la noche de bodas.
Lo que empieza con un beso inocente, una clase rápida para matar los fantásmas y miedos de Maud, acaba con un beso largo. De los besos pasan a la intensidad y Sue acaba enseñándole a Miss Maud lo que es natural que ocurra entre dos esposos, sin llegar a comprender por qué acaba haciéndole el amor a su Señorita.
A continuación la parte de la miniserie donde sucede toda esta escena:
¿Qué en 1925 se escribe sobre el amor entre dos mujeres? Eso y más. La literatura lésbica ya se abría camino entonces.
Y no de cualquiera aficionada, esta vez traigo a este blog un estracto de las novelas más conocidas de Virginia Woolf: Mrs. Dalloway, que ha inspirado a una producción cinematográfica: Las Horas (capitaneada por Meryl Streep, Juliane Moore y Nicole Kidman). Así como su adaptación a la gran pantalla en la producción homónima inglesa. Para sorprensa de muchas, nuestra Sally Seaton está encarnada por Lena Headey , ¿Se puede pedir más?
Ayer en Tierra de Lobos pude respirar tranquila tras ver el capítulo. Para aquellas que, como yo, ya intuían en la primera temporada que Isabel apuntaba maneras, comprobó al inicio de la segunda temporada que su gayradar no le fallaba en absoluto, o su imaginación alcanzaba a las nubecillas del cielo. Sí, la chica no iba a ser menos que sus hermanas (ha este paso le alcanzaba su hermana pequeña Rosita) y ha decidido entregarse a la loca aventura del amor.
Todo empezó un día tras unos disparos. Isabel quiere guarecerse del peligro y, lo que parecía "crónica de una muerte anunciada" acabó en "crónica de una situación anunciada" al menos para mí: Isabel descubre que es lesbiana (como lo titulan en T5)...
Isabel: Creo que me quedaré un poco por aquí
Isabel: ¿Por qué no puedo dejar de mirar?
Tranquila Isa, no todo son penas, también hay alegrías XD
Sí, tras descubrir esos deseos que "te condenan en el infierno",
como le dijo el cura muy buen cuerpo no se le queda :(
Y la historia avanza. La pobre Isa queda consternada después de la
revolución de sus hormonas, pero la chica se ha fijado en "una chica del
burdel" (recurro de nuevo a T5 y esos titulares que tanto me maravillan
T_T) ésta no parece querer dejar pasar lo que
sienten la una por la otra (por fortuna de todas nosotras, porque si es por Isabel, la valiente
hermana Lobo, nos quedamos a dos velas... ejem!)
Pero no adelantemos acontecimientos.
Isabel tiene que vivir su vía crucis, hasta reconocer a “su chica del
burdel" que siente algo por ella, pero antes que eso debe reconocerse a ella
misma lo que siente (recordemos que no vive en esta sociedad del S. XIX donde
todos son tan hipócritas que se puede salir del armario y “no pasa nada”)
Vuelvo a la serie, vuelvo. Ella se siente diferente.
Y ¿Quién no ha vivido esa etapa? Yo sí viví ese
sentimiento de "No quiero ser diferente" como le dice Isabel a
Anibal, y solo quieres llorar e intentar ser extrahetero (como le pasa a
nuestra heroína). Pero claro, la cabra siempre tirará al monte, y más si te
fijas en alguien como Cristina (sí, "la chica del burdel" tiene
nombre) que vive la vida sin el "no lo haré porque..." y, finalmente,
Isabel pasará del infierno eterno de los cristianos y de sus miedos, dándose la oportunidad de, al fin, ser quien es en todos los aspectos de su vida.
"Isabel reniega de su homosexualidad" by: T5
Sigo adelantándome, disculpen ustedes, señoritas, y las que no lo
sean tanto…
Lanzaré otra pregunta al vuelo ¿Quién no ha
vivido un momento “tierra trágame” al protagonizar una escena “negación pública
de tu homosexualidad aunque nadie lo sospeche, pero piensas que al descubrirlo
tú, será muy evidente ya para los demás. Y muy lejos de la realidad. Niegas
como Pedro con Jesús y la gente se queda pensando (¿esta es bollera y querrá
decírmelo de esta manera tan retorcida?)” Cada una con nuestra vergüenza a las
espaldas diremos en bajito -sí, yo viví mi momento-
Bueno pues este momento, más o menos, lo vive Isabel, no
tiene desperdicio.
Y cuando la chica que te provoca los desvelos en las
noches te confiesa lo que siente, tienes dos opciones, dependiendo de tu
entorno y tu forma de ser: o das brincos de alegría, o te enfadas con esa
persona, contigo misma, con la piedra del camino, hasta con las alegres notas
del canto del pajarito.
Y claro, Isabel opta por el enfado y el rechazo inicial
(recordemos la época en la que está ambientada, recordemos)
Y aquí es cuando
una le grita al televisor:
¿Pero niña, qué haces, a qué esperas, que bastante
difícil lo tienes en esa época como para rechazarla?
Y es entonces cuando recuerdas que es una serie de
televisión y que, últimamente, todas están acabando comiendo perdices.
(Gracias al Karma*, porque un Lost&Delirius versión
española no lo podría soportar.)
¡Muerte al BolloDrama!
Pero para ver el “Happy Beginning” tienes que
esperar al capítulo de ayer donde casi muero de infartos (sí, más de uno) por
culpa de ¿Los guionistas?¿Las actrices que, a mi parecer, lo están haciendo de
fábula?¿Yo, que soy muy sensible con estos temas?
En este punto confesaré que Cristina (la chica del
burdel) me tiene bobita perdida. Después de decir a Isabel, con esa carita que
tiene: "¿Sientes los latidos? Es por ti."
"la chica del burdel"
Va y le roba un beso a Isabel ¡Sí, así yo también
me dejo robar! M-U-E-R-T-A me quedé tras ese beso, que ya el primer beso pues
se recuerda (o no, depende de cada una) pero este ¡Como para olvidarlo!
Firt kiss
Second kiss
Y ahora sí:
Os invito a tod@s a seguir de cerca a esta pareja, y para aquellos que aún no os hayais puesto a ello os linkeo unos vídeos de Youtube que te ponen al día en un pis pas!
Me río de “Los Otros” y sus derivados de películas de fantasmas y el más allá. El mundo L tiene su particular peliculita de tensión y de mundo extrasensorial.
Nuevamente Sarah Waters nos ambienta en una historia de época para narrarnos la historia de amor entre dos mujeres.
Eso sí, esta es bastante desgraciada y perturbadora.
La BBC vuelve actuar de padrino para llevar a la gran pantalla esta novela. La verdad es que el trabajo no decepciona.
Sólo puedo sentir lástima de la pobre protagonista Margaret, una mujer con muchísimas inseguridades que purga su tormento particular ayudando a las mujeres de la prisión y dándoles consuelo y conversación.
Es así como da con Selina, una médium que, por qué no decirlo, está demasiado buena para tenerla toda la película con un gorrito que tapa su rala cabecita. Lástima que sean pocas las escenas donde nos regala su cascada de rizos.
Sarah Waters es una referencia de literatura lésbica actual. Esta británica ha sido premiada y reconocida en Gran Bretaña por su labor como escritora de este género tan poquito cultivado.
Y lo hace bien, tanto que sus novelas han sido llevadas a la pequeña pantalla (de casi todas ellas escribiré o he escrito para que podáis conocer estas obras).
Por eso quiero dejar en este rinconcito las obras, todas publicadas al castellano por la editorial Anagrama.
El lustre de la perla (2004, Anagrama) - En inglés es Tipping the velvet.
En esta entrada voy a hacer un guiño al que yo considero el "Moulin Rouge" lésbico, salvando las distancias, por favor. Sin embargo, no puedo encontrar nada parecido para describir esta miniserie.
Tipping the velvet, es mi propuesta para un día en el que nos apetece ver una película que camina entre la comedia y casi lo grotesco, sin hundirse en el melodrama pero con espacio para triángulos amorosos y situaciones que nos pueden llegar a escandalizar.
Sarah Waters vuelve a colaborar con el monstruo de la BBC en una adaptación de sus novelas. Esta en concreto se filmó en 2002, lo que a mí me dejó con la boca abierta y me hace quitarme el sombrero, porque para lo que cuenta, es muy abierta y cuidadosa, y no censura nada. Ya podrían aprender otros y otras de esto. Sinceramente, no veo esto retransmitido en el Prime Time... pero me dejo sorprender, también lo digo.
Reconozco que en algunos puntos llegó a impresionarme, sobre todo porque una no se espera a la protagonista con un falo atado en un arnés en pleno siglo XIX. La historia es divertida, con ciertos tintes de perversión y de lujuria típicos de esa sociedad que luchaba por desatarse.
Si algo tiene la BBC es un empeño en la producción de material literario para convertirlo en piezas audiovisuales que merecen la pena. En esta entrada quiero dedicarme a hablar de la adaptación a miniserie de la exitosa novela de Sarah Waters, una autora a la que volveremos en posteriores entradas, de su novela Fingersmith.
¿Por qué? PORQUE ES MI FAVORITAAAA!!!
Lo cierto es que no conocía nada de esta historia. En un día aburrido y casi deprimente me dije: no más a historias heterosexuales! y de pronto apareció esto. Ingenua de mí que creía que era una película. Me arranqué con el primer episodio y no acabé hasta ver el final. Son casi 181 minutos de reproducción.
Sí, me quedé en shock cuando saltó la segunda parte y hacía una especie de resumen de lo anterior, pero luego me emocioné al comprobar que la historia iba para largo, lo cual se agradece si está tan bien tratado.
Me dieron las mil viéndola.
¡Un olé a la BBC!